
Cada vez más se viaja en familia, y aunque determinados tipos de viaje como un safari con niños puedan parecer a priori indicados para adultos, la realidad es muy distinta. Esta es una tendencia creciente y las opciones para viajar con niños son innumerables. Según un estudio realizado por Visa se “estima que alrededor de 282 millones de familias alrededor del mundo planificarán al menos un viaje internacional al año en 2025, casi un 35% más que en 2015″.
¿Un safari con niños es posible?Ante la pregunta de viajeros y profesionales del sector sobre si un safari es un viaje adecuado para los pequeños de la casa, desde Ratpanat no dudamos ni un momento la respuesta. Un SAFARI es UN VIAJE IDEAL para NIÑOS.
Un safari es un viaje perfecto para hacer en familia y con niños de cualquier edad Clic para tuitearAsí que decidimos organizar una salida exclusiva para familias y llenar nuestro camión chill out de “pequeñas fieras”. El pasado mes de julio un grupo de pequeños exploradores partía hacia Kenia y Tanzania a vivir su particular “Sueño de Africa”. A continuación os lo contamos todo!

Comienza la aventura de los niños exploradores
Nervios, mucha ilusión y sobre todo, muchísimas ganas. El 15 de julio de 2017 salía desde Madrid hacia Nairobi la expedición Ratpanat Little Explorers, un grupo de viajeros formado por varias familias con niños de edades comprendidas entre los 2 y 15 años. A pesar del largo viaje en avión, los nervios por ver de cerca a los animales que tantas y tantas veces habían visto en películas como El Rey León o El Libro de la Selva, se transformaron en risas constantes y caras de ilusión durante todo el vuelo.
Volando a Africa
Y después de unas cuantas horas de vuelo llegamos a África!! Africa, cuántas veces podrían haber repetido esas palabra durante los últimos meses.. Nuestro primer objetivo tras aterrizar en Nairobi era llegar al Masai Mara parando en el Lago Naivasha. A partir de este momento, el camión chill out 4×4 sería nuestro fiel compañero y el mejor medio de transporte que pudiéramos haber imaginado. Un camión que por su diseño se prestó a la observación, los juegos y el descanso.
Subidos a “su lomo” comenzó un largo viaje por la sabana en busca de los cinco grandes. Al fin había llegado el momento de sentirse como unos verdaderos exploradores y cumplirse su “Sueño de Africa”. La primera noche dirigimos nuestros pasos hacia al lago Lago Naivasha donde nos encontramos con un bosque de acacias amarillas encantado y dimos un paseo en barca rodeados por el único sonido de los animales. La siguiente parada nos llevaría a las tierras Masai, allí por fin, entraríamos en contacto con las tribus Masai, antiguos guerreros hoy convertidos en pastores.
Sentirse como un Masai
A la llegada a Olengoti Safari Camp,nuestro tented camp en el Masai Mara, los pequeños tenían preparadas unas actividades que nunca olvidarán. Un grupo de Masais nos esperaban tirachinas en mano para estar con los niños e introducirles en la vida y costumbres de la tribu. ¿Haciendo qué? Pues ni más ni menos que aprendiendo a buscar huellas de animales o a utilizar un tirachinas según las enseñanzas del gran maestro Masai.

Mientras los niños hacían sus actividades, los “padres” disfrutamos de una de las experiencias mas increíbles que se pueden hacer en el Masai Mara. Un safari en globo que nos llevó tras los pasos de los animales desde una perspectiva totalmente diferente. Tras el safari en globo nos reunimos para brindar con champán en un desayuno a orillas del río Mara con jirafas observándonos!!!.
Sin embargo, la actividad que más cautivó a los pequeños fue dejar su propia huella plantando un árbol con su nombre para reforestar el Masai Mara. Además, durante los días que pasamos en el camp los niños fueron a visitar un poblado Masai, recorrieron su mercado y se “cargaron” de collares para finalizar el recorrido en una escuela local donde tuvieron la oportunidad de compartir juegos con los niños. Pero sin duda, la máxima expresión de felicidad de todos tuvo lugar cuando nuestro guía, Ángel, improvisó un número de magia dejando a todos los peques con la boca abierta.

Y llegó el momento de la acampada salvaje, de sentirse como el auténtico explorador que llevas dentro. A orillas del río Mara, frente a uno de los cruces de la gran migración, acampamos una noche, sintiendo el verdadero sonido de África. Allí tuvimos la oportunidad de hacer un safari a pie para ver de cerca a los animales. Las caras de emoción de los niños reflejaban que su sueño se estaba haciendo realidad.
En ruta hacia el hogar de Simba
El Lago Victoria sería la próxima parada de la ruta. Desde allí, a bordo del Royal Tilapia, alcanzaríamos Lukuba Island, donde nos esperaba una cabaña con todas las comodidades y una isla llena de secretos. Nuestros pequeños se sentirían como piratas.
Y dicho y hecho, en cuanto pisaron tierra empezó para ellos una nueva aventura recorriendo la isla en busca de un tesoro, hicieron palomitas y buscaron insectos hasta la hora de la cena en Lukuba Island Lodge, nuestro alojamiento en la isla.A la maña siguiente nos pusimos de nuevo en ruta hacia nuestro próximo destino, el Serengeti, hogar de leones, …En el próximo capítulo te contaremos como sigue nuestra aventura en Tanzania.