Marrakech, entre tradición y modernidad, es la promesa de vivir unas experiencias inolvidables. La conocida como Ciudad Roja saciará sus ansias de desconexión paseando por la plaza Jemaa El-Fna y por los zocos de llamativos colores y aromas orientales. Los paseos en calesa, sus momentos de relax en soleadas terrazas, los artistas ambulantes y demás actividades diurnas y nocturnas serán el leitmotiv de su estancia en Marruecos.
Aquí podrá contemplar la gran riqueza arquitectónica de la Medina visitando una de sus numerosos riads, pequeños palacios orientales organizados en torno a un patio central, o incluso reponer fuerzas en la Menara, ese inmenso jardín con estanque, emblemático de la ciudad. Porque Marrakech le brinda al visitante un gran número de posibilidades gracias a su increíble diversidad. Basta con salir de recinto entre murallas para zambullirse en el Marruecos contemporáneo. Los barrios de Guéliz y del Hivernage ofrecen las infraestructuras más modernas, tiendas de lujo y de prêt-à-porter internacionales y amplias avenidas, todo ello con el sello propio de Marrakech.
Descubra Marruecos a través de una cocina colorida que respira las especias del mercado y la frescura del Atlas, realizando una parada deliciosa esencial para todos los gourmets. Pruebe esa inquietante alquimia hecha de olores, sabores y tradiciones que le da a Marrakech un lugar único e inigualable en el Reino marroquí.
En Ouarzazate y Zagora destinos auténticos rebosantes de mil y una maravillas que le dejarán sin aliento, les desvela a los visitantes una diversidad de paisajes increíbles, entre desierto y exuberantes valles.
Nuestras lujosas Jaimas están situadas en el gran desierto de ERG CHEGAGA en un valle de dunas, disfrutaremos de la paz más absoluta y el silencio que se respira en el corazón del desierto teniendo el cielo al alcance de la mano, sin duda las vistas del cielo desde aquí son espectaculares, un recuerdo difícil de olvidar.